domingo, 1 de noviembre de 2015

CÓMO ESCRIBI LA DISIPADA HISTORIA DE LA MARIHUANA

CÓMO ESCRIBI LA DISIPADA HISTORIA DE LA MARIHUANA
I. EL USO TEXTIL EUROPEO

Nulla  dies sine linea*

Juan Pablo García Vallejo

Re-escribir la Historia no es sencillo, porque la historia broncínea tiene muchos claroscuros, tergiversaciones, omisiones, lagunas chicas y grandes guiadas por el clasismo, racismo y la moralina que muchos desconocen, pero la historia negada de la marihuana en México nos revela  repetidamente como la historia broncínea miente una y otra vez…

Y re-pensar la historia desde abajo, desde otras perspectivas históricas nuevas nos enseña que siempre en la marihuana y el marihuano  a pesar de ser parte del Alma de México, todas las elites, desde los europeos colonizadores, los criollos, los liberales trepadores, los bandoleros revolucionarios, los pos-revolucionarios reaccionarios triunfantes y el agandalle paternalista autoritario priista le han tenido miedo a su divulgación…

Ahora muchos pueden hablar de la historia de la marihuana en México pero sus reflexiones se quedan todavía en el estribo. No valoran el alcance de lo subversivo que existe en ella, más allá de su cualidad des-alienante que proporciona el consumo recreativo de la planta, enseñarnos que la sociedad conservadora y cerrada siempre ha tolerado su consumo y no el Estado cuyas propuestas siempre se quedan en el papel.

Sirvan las líneas siguientes para ver que hablar de historia ya no se hace desde el poder…sino de los que quieren que desaparezca, el poder, la prohibición, sus burocracias parasitartias y todo tipo de colonización sean partidos políticos arribistas, ONG dominadas por los norteamericanos o cualquier otra cosa aquí no considerada…

La historia de la marihuana la comencé pepenando datos aislados y sistematizándolos después, a métodos científicos como la historia cultural, la historia de las drogas y la cultura cannábica, además de mi participación directa en el movimiento cannábico…
pero todo esto no fue posible sin su antecedente haber hecho Efemérides de Ecatepec, una historia local de largo alcance, que abarca más de 15 mil años, dedicada a 2.5 millones de gente que no tiene identidad cultural… un grave problema cultural que tiene el Estado de México.

Con la marihuana me fue mejor, sólo tenía que estudiar cinco siglos, muchos de ellos negados por propios y extraños, la mayoría académicos priistas, pero también de progresistas que cobran con la derecha…doble moralistas.

A mí me intereso re-escribir la historia de la marihuana y de los marihuanos en México principalmente porque no existía o era muy limitada, parcial, insuficiente. Pero me interesa más por ser una parte de la historia de las persecuciones sociales (como los herejes, las brujas, los homosexuales, las mujeres lectoras, los comunistas, los jóvenes, los terroristas, las hackers), también es parte de la historia de los grupos socialmente invisibilizados (las mujeres, los negros, los indígenas, los marihuanos). Esas historia no existían en relación a la marihuana, aunque ahora todos crean que saben esa historia desconocen sus verdaderos pilares de interés…

Esto plantea obligadamente el admitir firmemente la historia negada por una forma de pensamiento prohibicionista, intolerante y paternalista (liberal-porfirista-posrevolucionario-priista) en toda la historia de México. Se requería por tanto re-escribir esta historia desde la presencia de la marihuana no de su negación, exclusión y discriminación desde los códigos prescript6ivos elitistas. Y el mejor terreno para esto es el periodismo cultural porque permite ir publicando los avances logrados. No toda la enchilada de una sentada.

La negación de la historia de la marihuana se registra en la Enciclopedia de México, de los años 1960, dice que esta planta llegó a México a fines de la Colonia, en el siglo XVIII, mismo argumento que se repite en la Antropología de Julio Cesar Olive, llegó “tardíamente durante la Colonia para su uso textil.”

Pero comenzamos a re-escribir públicamente la historia de la marihuana y sus consumidores a partir del año 2000, porque señala el arribo de la globalización y de la sociedad de la información, factores sociales que posibilitaron la aparición de los marihuanos ciudadanizados y una de sus principales demandas: tener acceso a la información y comenzar a des-infantilizar a la sociedad de la tutela de política paternalistas de drogas.

Para superar la negación doméstica de la marihuana por la imposición de una historia lineal oficial necesitamos la mirada exterior, la opinión ajena, que nos proporcione elementos históricos no prejuiciados como encontramos en la revista Cáñamo, en uno de sus suplementos nos proporcionó la descripción del primer contacto con el cannabis: “Los barcos conducidos por Colón, que llegaron a América, llevaban 80 toneladas de cáñamo entre cuerdas, redes, velas…”.

El periodista cannábico norteamericano Steve Wishnia, director de High Times, escribe que “los europeos cultivaron cáñamo desde el inicio de la Colonización.”

Volviendo a escenario de la primera colonización, los botánicos nos dicen que la aportación de Cortés a la botánica fue traer plantas asiáticas, entre ellas el cannabis. Y agregan que tenemos una herencia negada: la tradición ancestral de ser una sociedad fitolátrica, una inclinación cultural por los estados alterados de conciencia.  Y el historiador de la literatura José Luis Martínez, en la biografía de Hernán Cortés (1997), nos descubre quién fue el soldado colonizador que trajo las primeras semillas y enseñó a cultivarlas, Pedro Cuadrado de Alcalá del Río, siguiendo el diccionario biográfico de los conquistadores de Francisco  A. de Icaza.

Decía que debo mucho a la globalización, pues en el año 2001, en una historia no broncínea, La Colonia II para niños de Francisco Trujillo, nos dice claramente cuando se autorizó el cultivo de cáñamo en la ciudad de México. “En 1532 don Sebastián Ramírez de Fuenleal, presidente de la Segunda Audiencia Gobernadora, fue el primero que los hizo sembrar”. Los niños del siglo XXI saben ya que historia del cáñamo comienza a inicios de la Colonia, no como todas las generaciones de mexicanos del siglo XX que vivieron en las penumbras gracias a la des-información priista.

La mirada inteligente del historiador de las drogas norteamericano Ernest Abel, nos descubre que fue el primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, quien recomendó a Pedro Cuadrado limitar la producción de cannabis porque “los indígenas estaban utilizando la planta para fines distintos a producir cuerdas.”

Hasta aquí vamos a dejar esta primera parte, se puede consultar “De la llegada de la cannabis sativa a México y de cómo fue legal su cultivo durante tres siglos (XVI-XX)”, en el Número 0 de Yerba libre, órgano de la asociación mexicana de estudios sobre cannabis, de 2003, aunque hay un error en título debe ser siglo XIX. Y. “Notas sobre la llegada y uso de la marihuana en México (siglo XVI-XIX)”, en  Revista Al tiro. Porque ya bailo verta, primavera de 2003, pp.

Una aclaración necesaria. Me dijeron que un historiador, librero y pacheco decía que mi libro no servía, pero me pregunto ¿Qué sentido tiene ser historiador, librero y marihuano si se sigue colonizado por otros, por la historia broncínea y se está lejos de la emancipación subjetiva y por supuesto de la creatividad científica…y no escribe nada sobre la marihuana, nunca de los nuncas, el closet le gusta mucho?
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*No dejar ni siquiera un día de escribir aunque sea una línea.




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