lunes, 3 de octubre de 2011

Hacia la dosis segura,

Juan Pablo García Vallejo

* Es la laicizacion de las drogas.
** Ayudara a disminuir el estigma y la discriminación.
*** Resolvera misterios a legisladores, maestros, padres, policias,periodistas,curas y médicos prohibicionistas


Ciudad de México a 3 de octubre de 2011.- En días pasados tuvo lugar la I Conferencia en México sobre políticas de drogas, a la que asistieron especialistas de diversos países de AL y del resto del mundo, también diversos activistas cannábicos de la sociedad civil latinoamericana para intercambiar experiencias y constatar que la legalización de las drogas va ganando más terreno en esta región y para rebasar los obstáculos impuestos por los gobiernos prohibicionistas de que se tiene que hacer un acuerdo meta-nacional y no en un solo país para conseguir la legalización.
La propuesta de la despenalización de las drogas avanza poco a poco en varios países de Latinoamérica comenzando con Uruguay que la legalizó desde el año 2000, siguiendo con Argentina, Chile que tienen muy buenos sitios de internet y publicaciones periódicas, Brasil donde sus gobernantes alientan la despenalización, en el Perú, Costa Rica, Paraguay, Colombia y México tienen ya una década trabajando en esta propuesta.
Es necesario señalar que son pocos los mexicanos que saben que en México se vive ya una legalización gradual de drogas, pero lo más importante es que muchísimos policías desconocen que existe la Ley contra el narcomenudeo aprobada por el presidente Calderón en 2009.
Este desconocimiento de todas las policías de esta ley no es justificado por nada pero que refuerzan con mucha ignorancia para continuar extorsionando e intimidando a los consumidores de cannabis. En ésta se establece una distinción entre el narcotraficante y narcomenudista del consumidor en cuanto a la cantidad de droga que se pueda portar, es decir, que el consumidor no es un delincuente o parte del crimen organizado, por poseer 5 gramos de cannabis para uso personal.
Esta despenalización gradual, no total como muchos quisieran idealistamente, no es algo original de Calderón, sino más bien da seguimiento a las recomendaciones internacionales de reducción de daño propuestas por la ONU a todos los países.
En México, con una milenaria tradición de uso de drogas, siempre se ha considerado a los consumidores como enfermos, pero ésta percepción sanitaria ha sido olvidada o ignorada siempre por el poder policial debido a las jugosas ganancias que obtienen de los decomisos, extorsiones y pagos de corrupción que le hacen los delincuentes. Es decir, que el entendimiento y tratamiento del consumo de drogas y sus usuarios, desde el punto de vista médico no es un problema grave, lo que si lo hace grave es desde la perspectiva del poder judicial que lo considera siempre delito a perseguir.
Esta fue una batalla entre diferentes elites de poder, los médicos y los policías, batalla que perdieron los médicos. Pero ahora, los policías están perdiendo todas las batallas y perdieron otra más con la Ley contra el Narcomenudeo que autoriza la posesión de dosis para uso personal de varias drogas.
Algunos consumidores que han sido detenidos por la policía hacen uso de sus derechos psicoactivos de posesión de una dosis personal, pero los policías se hacen más tarados, dicen que no existe para obtener una extorsión. Y cuando llevan a los consumidores a la delegación reciben una multa administrativa de 100 pesos, nada comparado con los miles que quieren los deshonestos e ignorantes policías.
Otros consumidores cannábicos ya han enmicado la Tabla de Orientación de Dosis Personal, para utilizarla cuando sea necesario.
Todos los cannábicos siempre están alertas de los agandalles, o abusos de autoridad de todas las policías.
Ahora bien ya se estableció oficialmente la cantidad de cannabis, por decir algo, para uso personal. En el mediano plazo faltará establecer y difundir lo que es la dosis segura personal.
Así como el SIDA nos descubrió un mundo sexual oculto, desconocido para todos, pero logro la laicización de la sexualidad (que no hay misterios en la práctica sexual) y llevo al aprendizaje del sexo seguro para prevenir nuevas infecciones o reinfecciones. Así el narcotráfico descubrió muchos vínculos perversos con todas las policías y varios efectos negativos para la sociedad: decapitados todos los días, esclavitud forzada, desplazamiento de población indefensa y desarmada, violación de los derechos humanos, sufrimiento social innecesario, etc., y esta lamentable coyuntura ayudara a laicización de las drogas y sus consumidores para terminar con mitos y falsedades que se difunde a diario sobre estos asuntos como considerarla una enfermedad incurable, que una droga lleva a consumir otra, para aprender a convivir con una dosis segura.
En la sociedad mesoamericana se tenía una idea clara del uso y el abuso de sustancias alucinógenas, eso se nos olvida siempre y ahora es necesario retomar esta sensatez ancestral que es de nosotros. Habrá que hacer campañas sobre Dosis segura en el consumo de drogas como se hace con las toallas higiénicas en el Metrobus, en las que se trata del tabú de la menstruación pero de forma agradable y suave.
La dosis segura ayudara a padres, maestros, periodistas, curas, diputados, comerciantes, empresarios a entender que sus opiniones intolerantes hacia las drogas son sólo creaciones prefabricadas por las políticas prohibicionistas basadas en suposiciones incomprobables y conocimientos pseudocientíficos, que con dosis se gura se puede convivir con las drogas de forma pacífica, informada, tolerante y libre.

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